jueves, 31 de julio de 2008

La Genética Canina aplicada a la Investigación de Enfermedades Humanas (2ª Parte)

Publicado en dos artículos de la revista Nature Genetics, aparecieron en octubre del año pasado los resultados del estudio llevado a cabo por un Equipo Internacional de Científicos, cuyo objeto era hallar el origen del "rasgo de cresta dorsal", tan característico de determinadas razas de perros.

Durante la investigación se descubrió que en los perros de las razas Rhodesian y Thai Ridgeback, la cresta dorsal se origina cuando el individuo tiene múltiples copias de una región del genoma que contiene genes FGF (genes del "factor de crecimiento fibroblástico").

Los genes FGF desempeñan un papel importante en el desarrollo, y su mutación produce un defecto en el "sistema de polaridad celular planar", necesario para la orientación normal de los folículos de pelo y para el cierre del tubo neural. Así esta mutación puede dar lugar a una "alteración" en la orientación del pelaje del perro - la cresta dorsal -, y a una enfermedad congénita bastante frecuente en los animales que la exhiben: el "sinus dérmico"[1].

La mutación de la cresta dorsal es dominante, lo que significa que un perro solamente necesita una copia para presentar el dorso característico. Los investigadores también descubrieron que si hereda una segunda copia de la mutación, será además más propenso a desrrollar el "sinus dérmico" que los perros que tienen solamente una.

Actualmente los clubes de razas de cresta dorsal prohíben la reproducción de los perros sin cresta. Esto implica una mayor probabilidad de que los descendientes de los perros con cresta dorsal tengan no solo una sino dos copias de la mutación, siendo por ello y según este estudio, más propensos a padecer el "sinus dérmico". Los científicos colaboradores sugirieron en su día que la mejor opción sería heredar una sola copia y un gen normal. Para ello recomendaron permitir a los perros sin cresta reproducirse, y evitar el apareamiento entre perros, de modo que se obtenga la cresta dorsal, a la vez que se reduce la tendencia a desarrollar la enfermedad.

Para finalizar, se explicó que las herramientas utilizadas para encontrar los genes determinantes podrían acelerar el descubrimiento de genes vinculados a enfermedades en perros, muchas de las cuales afectan también a los humanos.

Según los investigadores, el siguiente paso será que se apliquen las herramientas empleadas a enfermedades más complejas. Así, la profesora Lindblad-Toh de la Universidad de Uppsala declaraba: "Analizaremos diferentes enfermedades y comportamientos, pero nuestro principal enfoque será sobre el cáncer" ... "Actualmente analizamos el cáncer en los vasos sanguíneos donde hemos encontrado genes apasionantes, y albergo muchas esperanzas. Una vez identificados los genes enfermos caninos colaboraremos con médicos y genetistas humanos para estudiar si los mismos genes son relevantes en las enfermedades de los humanos"

Otro logro importante de esta Investigación fue el hallazgo del gen causante de la capa blanca, el gen MITF, implicado en los trastornos auditivos y el pigmento tanto en humanos como en ratones.

[1] Es un defecto del tubo neural que se caracteriza por la fusión imperfecta del canal neural. En la mayoría de los casos se objetiva una espina bífida debido al cierre incompleto de los arcos vertebrales. Volver al texto

La Genética Canina aplicada a la Investigación de Enfermedades Humanas (1ª Parte)

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